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jueves, 30 de junio de 2016

El Ferreret


En el año 1977, fue descrito un an?bio fósil a partir de unos restos óseos encontrados del plioceno-holoceno en una cueva de Establiments y en la cueva de Moleta (Sóller). Pero lo que no sabían aún, era que esta especie todavía existía y la gente que habitaba la Serra de Tramuntana conocía la existencia de un pequeño an?bio, donde los payeses lo conocían como ‘ferreret’, debido a que su canto les recordaba los pequeños golpes de martillo de un herrero.

No fué hasta el año 80, cuando un grupo de naturalistas y biólogos quisieron investigar la relación entre los fósiles de la especie considerada extinguida y el ‘ferreret’.

Pronto averiguaron que el conocido ‘ferreret’ (Alytes muletensis), era realmente el fósil viviente que había sobrevivido en las zonas más inaccesibles de la Serra de Tramuntana.

Sin duda este descubrimiento ha sido uno de los más importantes para la ciencia en Europa en los últimos 25 años. El presentador y escritor británico Sir David Attenborough se desplazó a Mallorca con el fin de rodar escenas de este sapo para un documental de la BBC sobre los anfibios del mundo.

 Características

An?bio que mide unos 4 cms del hocico a la cola. Coloración muy variable, normalmente marrón claro, ocre hasta verdoso, siempre con manchas irregulares oscuras muy variables en cuanto a forma y distribución.Las extremidades son largas, adaptadas a trepar entre las piedras resbaladizas de su hábitat. Los ojos son grandes, indicando sus costumbres crepusculares y nocturnas. Destaca la casi ausencia de glándulas tóxicas en su piel. Se trata de un animal que ha evolucionado sin la presencia de depredadores.

La lengua tiene una forma redondeada y aplanada al mismo tiempo, característica de la família de los discoglósidos. Las larvas, en comparación con otros an?bios son grandes, con el ori?cio respiratorio ventral. Se alimentan raspando el sustrato, absorbiendo trocitos de algas y otras materias orgánicas.

 Biología

El ferreret, es una especie endémica de Mallorca, esto quiere decir que es propia y exclusiva de la isla y que por lo tanto no se encuentra en ninguna otra parte del mundo. Desapareció en Menorca y gran parte de Mallorca después de la llegada del hombre en las Baleares.

Pone pocos huevos (de 7 a 20) que son transportados por el macho mediante un cordón en las patas posteriores.
El desarrollo de las larvas, los renacuajos, es muy lento. Los adultos, de costumbres nocturnas y trepadores viven en los lugares más recónditos de la Serra de Tramuntana, dentro de surcos de torrentes y fuentes de montaña donde ni el hombre ni los depredadores han conseguido llegar.


La población de ferreret en Mallorca alcanzó el año 2009 un máximo histórico, con casi 40.000 larvas recontadas.

Raixa acoge periódicamente una reunión técnica para la conservación del anfibio endémico.
En la finca pública de Raixa (Bunyola) se celebró la VII Reunión Técnica para la Conservación del Ferreret, organizada por la Direcció General de Biodiversitat de la Conselleria de Medi Ambient i Mobilitat. Estas reuniones internacionales se celebran periódicamente desde mediados de los años 90 y son una ocasión para intercambiar experiencias y poner a punto estrategias de conservación sobre este emblemático anfibio endémico de Mallorca.

En el año 2009, la población de ferreret logró máximos históricos, con casi 40.000 larvas recontadas. Por otro lado, algunas localidades están afectadas por la Quitridiomicosis, enfermedad de los anfibios producida por un hongo que está afectando a muchas especies en todo el mundo, pero que, en el caso del ferreret, sólo ha ocasionado el descenso de la población en un solo torrente. Así, en esta reunión se discutieron las futuras acciones para contener la enfermedad y permitir la especie proseguir con esta evolución favorable.

Asistieron a la reunión Jaime Bosch y Rafael Márquez, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), José Antonio Mateo, de la Asociación Herpetológica Española, Manel Areste, del Zoo de Barcelona, Gloria Fernández, de la Fundació Marineland; Lluís Parpal, del centro de recuperación de fauna del Consorci per a la Recuperació de la Fauna de les Illes Balears (COFIB, participado por la Conselleria de Medi Ambient i Mobilitat, y la Fundació Natura Parc) y técnicos del Paraje Natural de la Serra de Tramuntana y del Servei de Protecció d’Espècies de la Conselleria de Medi Ambient i Mobilitat.

lunes, 6 de junio de 2016

El Urogallo Cantábrico


El urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) es una subespecie del urogallo común que se encuentra gravemente amenazada aunque las causas de su declive no están del todo claras.

Ahora, un estudio publicado en la revista Conservation Genetics, revela las posibles consecuencias que tuvo en la población de esta ave la caza como trofeo de sus machos reproductores.

“El urogallo cantábrico es un especie que estuvo sometida a una intensa caza durante la mayor parte del siglo pasado, centrada sobre todo en los machos adultos durante la época de apareamiento”, explica a Sinc Rolando Rodríguez, investigador de la Universidad de Exeter (Reino Unido), que ha liderado el estudio.


Población y cuellos de botella

“Una disminución por cuello de botella suele dejar huella en las características genéticas de la especie, produciéndose una pérdida de la variabilidad", dice Mirol
Según el estudio, durante la época en la que se practicó la caza intensiva de machos, la población del urogallo cantábrico pudo pasar por una disminución importante denominada cuello de botella.

“Una disminución de este tipo suele dejar huella en las características genéticas de la especie,  debido a que se produce una pérdida de la variabilidad. El estudio se centró en la búsqueda de indicios de cuellos de botella recientes en la población de urogallos”, comenta Patricia Mirol, investigadora del Museo Argentino de Ciencias Naturales.

Los científicos analizaron los perfiles genéticos de muestras recolectadas a partir de ejemplares cazados en la parte occidental de la Cordillera Cantábrica desde 1958 y de plumas recogidas en la misma zona en el campo entre 1998 y 2007.

“Comparamos la variabilidad genética de fragmentos de ADN nuclear, heredado de ambos progenitores, y de ADN mitocondrial, heredado solo de la madre, y encontramos una pérdida de variabilidad genética en ambos tipos”, dice Maria José Bañuelos, investigadora de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad  de la Universidad de Oviedo. “Sin embargo, esa pérdida se produjo antes en el ADN nuclear que en el mitocondrial, lo que sugiere que la población de machos se vio afectada antes que la de hembras.”

El extremo de las plumas, la parte que se inserta en la piel del ave, contiene ADN que puede ser extraído para su análisis. / Carlos Rodríguez del Valle
El extremo de las plumas, la parte que se inserta en la piel del ave, contiene ADN que puede ser extraído para su análisis. / Carlos Rodríguez del Valle
Los expertos, realizaron además simulaciones de poblaciones similares a las del estudio de urogallos y de gallos lira con una aplicación informática para descartar que otras variables hubieran afectado a la población en el campo.

“Los resultados que más se asemejaron a los observados en el estudio, fueron los obtenidos al simular una reducción del número de machos reproductores similar a la que ocasionaría una caza intensiva, lo que refuerza nuestra hipótesis”, recalca Patricia Mirol.

Consecuencias de la pérdida de variabilidad

“identificar las causas del declive del urogallo cantábrico es una cuestión clave para poder abordar medidas eficaces para su recuperación", añade Rodríguez
Rolando Rodríguez señala que la pérdida de variabilidad reduce la continuidad de la especie a medio y largo plazo, “debido a que disminuyen las posibilidades de afrontar cambios en el ambiente, como la llegada de epidemias o cambios en el hábitat”.

Los autores apuntan que este fenómeno probablemente haya sido consecuencia de los apareamientos entre parientes próximos, lo que se conoce como endogamia, un proceso que suele derivar en un descenso del éxito reproductor.

Para Carlos Rodríguez del Valle, de la Universidad de Exeter, “identificar las causas del declive del urogallo cantábrico es una cuestión clave para poder abordar medidas de gestión eficaces que contribuyan a su recuperación. Ahora sabemos que la caza de urogallos cantábricos durante el siglo pasado fue el probable origen del declive que ha llevado a la especie al borde de la extinción”.

Estos resultados apuntan además a la endogamia como una causa probable del escaso éxito reproductor de la población a principios de este siglo.